Marcelo Porchetto. Un dialogo de avión a avión que logró salvar 120 vidas.

Eran casi las 7 de la mañana del sábado 16 de agosto cuando Marcelo Porchetto, capitán del vuelo 1508 de la pequeña empresa Southern Winds, comenzó a pilotear los 30 minutos más intensos de sus 27 años.Esa mañana evitó una tragedia cuando ayudó desde la radio de su avión al capitán de un vuelo en emergencia de la compañía Avianca. La aeronave estuvo a punto de chocar contra las sierras de Córdoba y de venirse abajo por falta de combustible. Sin su intervención, no hubiera podido aterrizar, dijeron los directivos de APLA al condecorarlo ayer a la tarde.A su vez, René Márquez, director de seguridad de vuelo de Avianca, le entregó las insignias del comandante Jorge Montoya Builes, quien piloteaba el Boeing de Avianca con 120 pasajeros salvado por Porchetto.A las 6.15 del sábado 16, Porchetto -un porteño de risa fácil que vive con sus padres- había partido del Aeroparque rumbo a Catamarca, con 50 pasajeros.Aunque habituado a las emociones fuertes en sus 11 años de piloto -encima, sus hobbies son los vuelos acrobáticos y conducir helicópteros-, confiesa que las conversaciones que escuchó esa mañana por la radio del avión le erizaron el pelo.Una aeronave se estaba comunicando con otra y decían que un avión había hecho dos aproximaciones para aterrizar y no había logrado ver la pista. Luego escuché que desde la torre de control informaban que la visibilidad era de 12 kilómetros y que el viento era leve. Me sonó muy extraño y me pasé a la frecuencia del aeropuerto, relató Porchetto.Allí me enteré de que autorizaban al avión de Avianca a hacer el viraje anterior al aterrizaje, continuó el piloto. Pero cuando estaba haciendo la aproximación, le avisaron que el techo de nubes había bajado 400 metros en sólo un minuto y que el aeropuerto quedaba cerrado, explicó. Luego, Porchetto escuchó la siguiente conversación entre la torre y el vuelo de Avianca, que hacía más de 10 minutos que esperaba aterrizar, comandado por el capitán Montoya Builes:Montoya: -¿Es posible la reparación del ILS (sistema de aterrizaje por instrumentos, que estaba fuera de servicio)?Torre: -Negativo. Confirme intenciones.Montoya: -Estamos en emergencia por falta de combustible. Solicito instrucciones y toda la asistencia posible. Nuestra falta de combustible es crítica.Torre: -Confirme intenciones, Avianca.Entonces escuché que se comunicaban con otras aeronaves y que dejaban pendiente el diálogo con el avión de Avianca. La torre de control no ordenó el silencio de radio que debe disponerse en estas emergencias, aseguró Porchetto.Montoya: -Córdoba, le recuerdo que estamos en emergencia. Solicito instrucciones o un aeropuerto alternativo.Torre (largo silencio): -Avianca, diríjase a su aeropuerto alternativo.Montoya: -Córdoba era mi alternativa. Le repito que estamos en emergencia.Torre: -Diríjase a Rosario.Fue cuando Porchetto intervino.Porchetto: -Atento Avianca, Rosario virtualmente cerrado. Tenés Mendoza a 250 millas y La Rioja a 177 millas.Montoya: -¿Entro en La Rioja con un Boeing 767?Porchetto: -En La Rioja entra el Boeing.Torre: -Avianca, confirme intenciones.Montoya: -Me dirijo a La Rioja. Solicito informe meteorológico.Torre: -Lo voy a solicitar.Porchetto: -La Rioja está en condiciones óptimas.Montoya: -Me dirijo a La Rioja. Solicito la ruta.Torre: -322, a 8 mil pies de altura.Porchetto: -Atento Avianca a los niveles mínimos de altura.(Para superar las sierras hay que volar a un mínimo de 14.000 pies. El avión estaba a 2 minutos de estrellarse).Montoya: -Solicito 20.000 pies. Le recuerdo que estamos en emergencia.Torre: Concedido.A partir de entonces pasamos a frecuencia interna y le di todos los datos necesarios al Avianca para que llegara a La Rioja, una pista que no conocen los vuelos extranjeros. Hasta que no aterrizó, yo tampoco lo hice. Cuando Montoya me dijo que había tocado tierra, se me llenaron los ojos de lágrimas, concluyó Porchetto.